Abordamos la realización de un nuevo festival con toda la ilusión y la bisoñez (con los años solo hemos perdido la segunda). Al principio nos llamamos La Risa de Bilbao. Semana Internacional de Literatura de Humor y Humor Gráfico y teníamos un logotipo naif: un hombrecillo sonriente con paraguas al que le llovía dentro del mismo. Forges (a quien seguimos echando de menos) nos hizo el cartel, se convirtió en un buen amigo y siempre nos brindó su generosa ayuda. Aquel primer premio fue para Tom Sharpe, que era un tipo estupendo. Los otros dos autores internacionales fueron nada menos que Michel Houellebecq, que se empeñó en fumar en la sala, y Martin Amis (nos ha dejado en 2023), que tenía mucho estilo.